Toco tu rodilla, con un
dedo toco el borde de tu falda. Voy dibujándolo
como si saliera de mi espíritu, como si por primera vez tu cuerpo se
entreabriera y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar. Hago nacer cada vez el deseo, la pasión que
mi axioma elige y te dibujo en la rayuela de mi cerebro un disparatado libido elegido
entre todos. Con soberana libertad
elegida por mí, para dibujarlo con mi mano por tu abdomen y que, por un azar
que no busco comprender, coincide exactamente con tu boquita de piñón que
sonríe por debajo de lo que mi mano te dibuja.
Con soberana libertad elegida por Cortázar para ti, nos has presentado tu particular visión del fragmento del Capítulo 7 de Rayuela. Prueba superada con humor y simpatía. Me encantó ese axioma que elige!!
ResponderEliminarNo dejas de sorprendernos. Tu imaginación ve más allá de la fantasía. Que Dios te la conserve.
ResponderEliminarme encanta ser pareja de Cortázar. Gracias ISABEL.
ResponderEliminarMª Dolores.