Te miro y no te
reconozco. César, ¿qué has hecho con tu bello rostro?. Mira que te lo advertí: si bebes, no
conduzcas. Pero nada; las copitas con
los amigos y ya ves. Mira lo que eras y
en lo que te has convertido, y eso que un día pensaste que nada te destruiría. Ya ves, querido César, nadie escapa al paso
del tiempo, ni a los hechos de este mundo.
¡Tan Adonis ayer, siempre hecho un pincel!! Y… ahora es cuando necesitas
un pincel y un plumero para borrar el polvo y el paso del tiempo. ¡Ah, perdona!, antes de irme tengo que
decirte que lo que más llama mi atención no es tu cara hecha jirones, sino la
mosca ¡cojonera! que te acompaña. ¡Ala,
que te vaya bonito! que yo me voy a mirar otros paisajes con mejores vistas.
Lo de la mosca "cojonera" me ha encantado. Tienes recursos para todo.
ResponderEliminar!Qué asco, la mosca en la nariz!. Bueno, si le sirve para curarle el catarro, mejor para él. Mª Dolores.
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