jueves, 15 de enero de 2015

LA CAMA Candelaria Bacallado




Degustar los caldos de la zona se había convertido en un ritual para él.  Miró a los lados, vio a una joven sonreirle desde una mesa cercana. Pensó, uy! esa sonrisa invita a un acercamiento.  Halagado y sin pensarlo, se acercó; ¿brindamos?, le preguntó. Ella contestó: no nos conocemos, ¿qué celebramos?. ¡Celebramos su sonrisa!, se apresuró  a contestar él para alargar el momento.
Ella, atrevida, le responde: cierto, sería un brindis inusual, aunque mi sonrisa obedece a la búsqueda de alguien con sentido del humor, inteligente y…que no haga preguntas.
Esperó su respuesta con mirada pícara y no tardó en escucharla: Soy yo la persona indicada, aseguró él, interesado.
Cuando vi una imagen con la copa en la mano, pensé puede ser él. Siento quitar el embrujo del momento, continúo diciendo ella, pero rodamos una película con alguna escena en la que el vino y la pareja tienen mucho que ver.  El escenario es una alcoba y la escena transcurre en la cama.
¡Aceptaré si es usted la compañera de rodaje!.  Ella contesta, no hay condiciones, ¿recuerda?.


3 comentarios:

  1. Enigmática protagonista para un enigmático relato de final abierto, que invita a distintas y sugestivas lecturas. Me ha gustado mucho

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  2. Te salió una narración muy actual. Bravo. Mª dolores.

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  3. Intrigante relato lleno de incógnitas sin resolver. Me ha parecido¡ fenomenal! como todos los tuyos.

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