No parecía real lo que estaba
sucediendo. Todo se iba al garete. Las ilusiones rotas, los sueños
desvanecidos. Se imponen cambios de planes, empezar de cero, trazar nuevos
caminos. Cómo explicarle al niño que ya no había remedio…pues su padre no
cumpliría lo prometido, ya que un fatal accidente, ocasionado con la avioneta
que pilotaba cuando fumigaba los campos, le arrebató la vida, sin ningún
miramiento. Lo solicitado con extremada insistencia por el niño a su papá para
que lo lleve a la Nasa, pues su aspiración es convertirse en astronauta, queda
diluido amargamente. Todo un deseo imposible de cumplir. No quedan argumentos
para una coherente explicación. La vida juega malas pasadas para ponernos a
prueba, forzándonos a variar el rumbo de los acontecimientos. Había llegado el
tiempo de pasar página.
Se entiende el desaliento inicial, tras un acontecimiento tan definitivo, sin embargo, a pesar de la ausencia del padre, tal vez una madre coraje pueda hacer frente al sueño de su hijo y facilitarle el camino para que un día logre cumplirlo. Como siempre, buen uso del lenguaje y del ritmo narrativo.
ResponderEliminarExtraordinaria, como nos tienes acostumbradas a una buena redacción, ya estamos esperando la próxima.
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