martes, 15 de mayo de 2012

EL GRITO de Polonia Baute Benítez





En una tarde fría y gris de invierno, iba dando un paseo cuando empezó a llover.  Entré en un bar, me senté en una mesa y pedí un café.   Estando allí, entró un hombre con sombrero y gabardina negros.  Se sentó en un rincón del bar y poco después vi como el camarero le servía un café, también.  Me distraje observando la lluvia y, de pronto, el hombre se puso de pie y empezó a dar gritos.  Se agitaba de tal manera que daba miedo mirarle.  Yo estaba sobrecogida y la gente se preguntaba qué le pasaba.  Nadie sabía.  Entonces, cayó al suelo como fulminado por un rayo.  No supe si estaba desmayado o muerto.  Me levanté y salí a la calle.  Al poco rato me detuve.  Vi lo que vi, oí lo que oí, pensaba, aunque todo me parecía un sueño, era la realidad y seguía lloviendo…

2 comentarios:

  1. Aunque huyamos de la realidad, ésta se impone, como la lluvia de tu relato. Muy bien, Polonia.

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  2. Quiero que sepas que tu relato me ha encantado. Hay veces que ocurren cosas que nos parecen irreales, pero no, ahí están los hechos y podemos contarlos. Da lo mismo, ficción o realidad, trasmitirlo es bueno. Abrazos

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