Gracias, chicas.
Son ustedes mujeres maravillosas,
de las que aprendo mucho
cada tarde de los miércoles.
Todas y cada una de ustedes
se han ganado no sólo mi aprecio sino mi profunda y sincera admiración.
Ustedes sí que son
¡FLORES DEL TEIDE!
Que gran persona eres. Tu humildad te honra. Yo si que aprendo mucho de ti y te reitero mi admiración. Seguro que todas mis compañeras del taller piensan lo mismo que yo. No cambies, eres... ¡genial! Besos
ResponderEliminarTus generosas palabras me halagan y emocionan a un mismo tiempo. Gracias, Mary y un fuerte abrazo.
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