¡Mira qué gracioso!. No te rías, que no haces gracia. ¡No te
fastidia! y siguió ja, ja, ja. ¡Ah!, ya sé, estás pensando que
ya no será lo mismo. Está claro, y todo
por la crisis. ¿Te crees que te vamos a utilizar menos? ¡Ja! No te hagas
ilusiones. ¿Tú qué te crees? Tantos años juntos y todavía no sabes que somos
una raza fuerte y ya hemos salido de otras crisis, para que te enteres. Comeremos, de primero potaje con gofio y de
segundo plato, potaje sin gofio. Así que
deja ya la guasa y no dudes de que te daremos la utilidad para la que fuiste
creado, con que … ¡muérdete la lengua y aguanta!
Y así me despidí, no sin antes advertirle… ¡hasta
más ver, pues pienso volver!
¡Qué bueno! Este escrito es sólo un ejemplo de todo lo que aprendo yo junto a ustedes. Esta conversación con un WC no deja de ser toda una lección de vida, Candelaria: sentido del humor, esperanza y positividad ante los malos tiempos, ¿a qué sí?.
ResponderEliminarMIRA LO BIEN QUE TE SALIÓ EL ESCRITO CON LA ILUSTRACIÓN QUE NINGUNA QUERÍAMOS COGER. ERES MUY INGENIOSA Y TODO LO HACES DIVERTIDO Y AMENO.
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