lunes, 17 de diciembre de 2012

ASÍ SOBREVIVÍ A AQUELLA NAVIDAD de Elvira Martín Reyes






Era la primera Navidad sin mi compañero y me sentía completamente desubicada, como si fuera un personaje al que cambian de historia.  Sin querer pensar en nada, evitando darme cuenta del vacío que me había dejado, pero a la vez llena de paz y unida los que quedamos aquí, sin su presencia.  Así me sentía.

Ese año, decidí pasar las fiestas sola pues me era imposible reunirme con todos y sentir que él no estaba.  Mis hijos aceptaron mi decisión en silencio, silencio que yo agradecí pues, a veces, no hace falta hablar para comprender todo lo que se dice con el silencio.

Ha pasado un año y, en esta meditación estaba, cuando escuché una voz que me decía:

-Abuela, este año en Navidad, te voy a adornar toda la casa.

Era la voz de mi nieto, el benjamín de la casa pero, en realidad fue la voz de la esperanza y, como si me hubiera empujado una brisa fresca, me levanté, contestando:

-Claro que sí

Y pensé entonces, si sobreviví a aquella Navidad,… ¡vamos a intentarlo con esta!.


2 comentarios:

  1. Lo cuentas de forma tal, que es fácil acercarse a tu dolor de entonces y a ese brisa de esperanza que, con voz de niño, viene a tocar tu puerta. Muy bonito, Elvira.

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  2. Los niños son los reyes de cada hogar y llenan de alegría nuestro espíritu. Tu narración me ha emocionado y he pensado todo el bien que te ha hecho ese pequeño nieto. Hasta mañana compañera

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