Una pareja de recién casados va a pasar juntos su primera
Nochevieja. Se casaron hace dos meses y
están disfrutando de la luna de miel.
Desprenden felicidad y eso se nota.
Ella está muy ilusionada porque es el primer fin de año de casados. A veces olvida que lo está y teme llegar
tarde a casa y que su padre la regañe. Pero, su marido está aquí para
recordarle que ya no tiene que preocuparse, que está casada.
Llega el día 31 de diciembre.
La parejita se está preparando.
Ella fue a la peluquería donde le hicieron un recogido muy
sofisticado. El vestido que va a llevar
es blanco, de finas asillas y ajustado a la cintura. Le queda como un guante. Está feliz y su sonrisa es alegre y
contagiosa. Él también va muy elegante y
juntos, forman una hermosa pareja.
Sí, esa Nochevieja fue inolvidable. Nunca más se volvió a repetir porque poco
después llegaron los niños. Las
siguientes fueron diferentes: con risas y gritos de niños que corrían de un
lado para otro tirando petardos, asustando a la madre y enfadando al
padre. Diferentes sí, pero igual de
felices.
Muy bonito relato, Naty. Lleno de ternura y amor por los cambios que el tiempo regala a nuestras vidas.
ResponderEliminarCada año, siempre será diferente pero igual de feliz.Cuando pasa el tiempo le damos más valor a las cosas. Que las fiestas de navidad sean dichosas por siempre, es lo que te deseo a ti y tus familiares.
ResponderEliminarEnhorabuena Naty, has escrito una narrativa preciosa, muy real, y muy emotiva, sabes que me gusta todo lo que escribes, Un abrazo y un feliz Año Nuevo.
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