Por las mejores cosas
de la vida, todavía hay que pagar. Ya sabemos que hoy, para tener cualquier
cosa, tenemos que ir a la tienda y desembolsar por ello. La verdad es que todo
tiene un precio. Pero si lo miramos bien, todavía hay cosas, y muy importantes,
que son gratuitas y lo que es mejor; seguirán siéndolo siempre: el aire que
respiramos, la amistad verdadera, la alegría, la paz, el sol, el mar, el canto
de los pájaros, las flores del campo, el amor de unos amantes que se quieren de
verdad, el amor que nos tiene nuestro padre Dios… Por todo esto y más, no hay
que ir a ninguna tienda y pagar. Todas estas cosas y muchas más, es lo que nos ofrece la vida , por la que
nunca tendremos que costear. Doy gracias por ello.
Bonita reflexión. Es verdad que las mejores cosas de la vida no se pueden comprar porque no tienen precio y, a pesar de su valor incalculable, están al alcance de todos, sólo hay que tener la voluntad de hacerse con ellas.
ResponderEliminar¡Viva la mujer que hay en ti!. Resuelta, luchadora, madre adorable y muchas otra cosas; todas buenas. Tu reflexión dice mucho de tu personalidad.
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