miércoles, 21 de mayo de 2014

LOS MELEGITOS* de Mary Rancel.





Nenuchete tiene tres añitos, ayer llegó de la guardería especialmente contento; con su particular vocabulario, me comentó atropelladamente:
-¿Sabes?, estoy mucho contento, han llegado a la “guarde” unos melegitos muy chulos, simpáticos y neregosos. Nada más entar y colocarse en la mesa, abrieron la mecallera de sus chomilas, sacaron muchos calamelos y tayetas que dieron a todos los niños. En el decreo jugamos con ellos, son muy divertidos, nos enseñaron juebos nuevos. Todos lo pasamos mucho bien. Lo más mejor pasó a la hora de la comida; no vieron las talladas y cogieron tenerores, ¡qué dracioso!.
No podían comer el topage y lo pusieron en la copa del postre. Nos hizo tanta dracia, que los demás les imitamos; la seña al vernos mucho se dio.
Mañana los melegitos me van a delagar un gatito. Pometo cuidarle bien y, cuando venga el calor le daré aire con el manique para que esté fesquito.
Quedé fascinada y muy satisfecha con las definiciones de Nenuchete.

melegitos*= gemelitos







3 comentarios:

  1. Muy interesante juego narrativo el de inventar palabras que introducidas en el contexto exacto, adquieren significado (aunque no existan en nuestra lengua). Tu relato excusa esto de forma velada, al indicar que proviene de un niño de tres años. Podría hacerse de igual manera, sin coartada, por el simple placer de jugar con los vocablos: ya lo hacía Cortázar y, creo que gracias a él, tenemos permiso. Muy bien, Mary.

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  2. Ole y ole por ti me gusta

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  3. Los gemelitos, o "melegitos" dan para mucho y, el lenguaje de los niños para más, más y más y más...

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