La merienda era, allá
por los años 50, la única reunión que se hacía en casas particulares, entre
amigas, y se llamaba mesa camilla, que más tarde se llevó a la tele con Paquita Rico, Maruja Díaz y otras artistas
más.
En invierno, se ponía
un brasero en un hueco que tenía la mesa,
al final de las patas. Se colocaba con picón y una pala para mover las
brasas. A muchas mujeres le salían cabrillas en las piernas del calor.
Alrededor de esa mesa
camilla, se contaban los chismes que se producían, vamos, ¡como Sálvame de Luxe!,
otras veces, se jugaba a la lotería o se
tomaban unas pastas para el té.
Meriendas aquellas tan coloridas y calurosas, con destellos que aún perduran…
ResponderEliminarMeriendas para elegir tenemos esta semana; mis jugos gástricos lo están pasando de rechupete.
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