Una familia de
Murcia fue a hacer el camino de Santiago junto a sus niños de cinco, seis y
ocho años; Lucía, Martín y Carmen, respectivamente. Salieron de Murcia en coche hacia
Roncesvalles y allí empezaron su peregrinación.
Tardaron treinta y siete días.
Caminando sin parar, los niños se entretenían mientras sus estupendos
padres le iban contando cuentos.
Imagínense la disciplina, el tesón de estos niños tan extraordinarios.
Francisco Javier
y Cristina, que así se llaman los padres, son un ejemplo para todos los papás
jóvenes que hoy en día educan a sus hijos.
Yo los conocí porque estuvieron viviendo en el piso de arriba del
edificio donde vivo. Me conmovía ver
como niños tan pequeños ni siquiera se enfadaban
uno con el otro; siempre en armonía. ¡Qué maravilla de familia! Desde aquí les envío un fuerte abrazo.
Fuera de la norma esta familia, desde luego. Un caso especial que ha despertado tu admiración; ojalá los protagonistas lean el retrato que haces de ellos porque, sin duda, les gustaría.
ResponderEliminarLA FAMILIA IDEAL, DIRÍA YO PERO, SON CASOS EXCEPCIONALES. OJALÁ CUNDA EL EJEMPLO.
ResponderEliminarMuy bien yeya
ResponderEliminarEsos murcianos y esa Yeya
ResponderEliminarmuchísimas gracias por tus palabras. el camino ha sido una experiencia estupenda, al igual que compartir nuestra estancia en Tenerife con vuestra familia. Un abrazo de los cinco. Y otro para esa anonima
EliminarOooooleeeee
ResponderEliminarGracias por tus palabras. El camino ha sido una experiencia estupenda, como compartir nuestra estancia en Tenerife con su familia. Un abrazo de los cinco. ¡Y otro para esa anónima!
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