Sí, sin duda, mi niñez y adolescencia huele a…
¡Heno de Pravia!. Ese aroma me
persigue. Cuando recuerdo esa etapa
parece que llega a mi el inconfundible olor a ese jaboncillo. En esos tiempos no había ni gel ni champú o
por lo menos yo no los conocía; en su lugar estaban los jabones y jaboncillos.
En casa usábamos jaboncillos Heno de Pravia. Tienen un aroma a limpio y fresco. No sé si lo seguirán haciendo igual pero,
para a mi modo de ver tienen una fragancia única, aunque dicen que seca la
piel. Eso, seguramente se lo inventaron
los que crearon el gel y el champú, por aquello de la competencia.
No
he olvidado nunca ese olor, por muchos años que hayan pasado. Ahora, utilizo gel, por ir con los tiempos y
porque, además, es suave y práctico, pero, cuando voy por la calle y alguien
pasa por mi lado, desprendiendo ese aroma, mi pensamiento me lleva a la
infancia...
Así es; aroma memorias, memorias aromas: una pareja inseparable que, en tu caso, va de la mano de ¡Heno de Pravia!
ResponderEliminarTRANSMITIR OLORES DEL AYER VAN UNIDOS A NUESTRA IDENTIDAD.YO TAMBIÉN RECUERDO ESOS TIEMPOS DEL JABÓN LUX,MADERAS DE ORIENTE Y HENO DE PRAVIA. BONITA Y AÑORADA ÉPOCA.
ResponderEliminar