A lomos de la rutina, la vida pasa; ¡bien lo sabía!,
pasa y no regresa, que uno sólo vive una vez y ya está, pa´el otro barrio, sin
más, que no hay que darle más vueltas,
que nos atrapa y quedamos guindando, así pensaba ella.
Cuando Luis la dejó por su íntima amiga, se quitó la
careta y, el muy traidor, después de sacarle todos los ahorros, herencia de su
padre, la dejo con una mano delante y otra atrás.
Si el amor comienza en el momento en el que una persona
siente que las necesidades de la otra persona son tan importantes como las
tuyas propias, a ella le pasó todo lo contrario. El desengaño que sufrió al ver como Luis la
dejaba por otra, la había dejado guindando, sí, pero por un rato. Pronto se apearía del lomo de la rutina y,
con el desamor por bandera, se iría… ¡a vivir, que son dos días!
Buena filosofía para luchar contra malos amores y desengaños, claro que sí. Buen trabajo, Luisa.
ResponderEliminarLos amores y desamores están a la vuelta de la esquina. El amor por interés, mejor que se vaya, cuanto más lejos mejor. A vivir la vida, son tres días que debemos disfrutar a tope.
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