Estoy en mi pasado y
me paseo por él.
Cuando fui a Venezuela
por primera vez, iba en un barco italiano que salió de Tenerife. Era blanco y
en los camarotes había literas muy incómodas.
Fueron unos 10 días de viaje metidos en aquellos camarotes verdes.
Cuando llegamos a La
Guaira, el sol era radiante. Sabía que
aquel no era el final del viaje; aún que nos quedaban horas para llegar a
nuestro destino.
Me tenían preparada mi
casa; pequeña, pero amueblada. Para mí era tan bonito todo. Venezuela es y sigue
siendo un país precioso, verde, lleno de vegetación, con gente muy alegre.
Mis recuerdos de
aquella época son preciosos pero se me van olvidando con los años y que mientras
recuerde algo, lo disfrutaré evocándolo,
porque fue la época cuando pasé de niña a mujer. Tuve dos hijos. Fue mi mayor
alegría mis hijos, aunque siempre
echando de menos a mis padres porque estaba sola, con mi esposo y los dos
pequeños.
Viajar al pasado para recordar es volver a vivir; como el título indica, bella reconstrucción.
ResponderEliminarSemblanza de un pasado feliz y nostálgico que te llena el alma al describirlo. Eso es lo que haces y muy bien.
ResponderEliminarMuy hermoso y conmovedor tu relato. Felicidades.
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