Quiero dirigir mis
pasos al pasado para recordar las vivencias de mi niñez que fueron felices y
bonitas, junto a mis padres y hermanos. De pronto, dirijo mis pasos hacia aquel
recuerdo y siempre llego al mismo instante, aquel en el que conocí a mi marido.
Nunca he podido explicar que fue lo que nos sucedió a los dos desde el primer
momento en que nos conocimos; fue como si una ráfaga de aire fresco entrara en
nuestras vidas.
Todavía ahora, que
hace diecisiete años que no lo tengo a mi lado, todos los días recuerdo aquel instante, como si fuera hoy. Es
el amor de mi vida.
Esto a ustedes les
parecerá empalagoso pero es lo que siento y me sale de lo más profundo del
corazón.
Amar como recordar no necesita justificación, me parece a mí; se siente sin más. Dichosa la que amó y aún sigue haciéndolo en el recuerdo. Ese sentimiento te pertenece a ti por entero; no te lo quita nadie.
ResponderEliminarTienes la inmensa suerte de poder contar una historia llena de amor correspondido, es lo más bonito que la vida puede ofrecernos.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarCuando se tiene la suerte de sentir un amor así, hay que gritarlo a los cuatro vientos. No todos tendrán la oportunidad de, en su vida, guardar ecuerdos imborrables como los tuyos. Un abrazo.
ResponderEliminarHermoso <3
ResponderEliminarLo dulce de este escrito, empalago mi dia. Y ese dulce le hace falta a mi vida. Gracias tia abuela!!
Firma: Daniela González Delgado; desde Venezuela!
Hermoso <3
ResponderEliminarLo dulce de este escrito, empalago mi dia. Y ese dulce le hace falta a mi vida. Gracias tia abuela!!
Firma: Daniela González Delgado; desde Venezuela!
Los recuerdos nos ayudan a vivir, pero tenemos que procurar que nos dejen espacio para no perder nada de lo que la vida nos esta ofreciendo en este momento. Un abrazo..
ResponderEliminarTuviste mucha suerte de encontrar ese gran amor. En tu interior siempre existirá, pues según cuentas fue un gran
ResponderEliminarhombre. Pero no te aferres tanto al pasado. Perdona mi atrevimiento, lo he hecho con un gran respeto.
Mª Dolores.