Canción de cuna, que a
mis oídos susurrabas
cuando en tus brazos
me acunabas.
Cantar para que jugara
y me calmara
Canciones cantábamos,
tú para que yo jugara
Yo como niña revoltosa
a tu lado danzaba y
canturreaba.
Canciones bajo nubes
de algodón
que del cielo perlaban
bajo las estrellas, al
anochecer
Cantando me contabas
los nombres que tenían
y donde estaban.
A la alborada, cuando
por caminos
transitábamos, allí
para que no tuviese
miedo a los búhos que
a la orilla
del camino dormitaban
También allí cantabas.
Canciones de tu
juventud, tú me cantabas
Aventuras de tu vida
enamorada
Y como tú bailabas.
Al final, en el último
suspiro que exhalabas,
recordabas como
bailabas y cantabas
Canciones y recuerdos
me dejaste
¡aquí en mi corazón
están guardadas!.
Es agradable dar entrada a la poesía a este taller de narrativa, de vez en cuando, máxime cuando el poema nos habla de esas canciones imborrables que aprendimos de la voz de nuestra madre.
ResponderEliminarMe impresiona lo bien que manejas el lenguaje poético, de verdad pienso, que puedes convertirte en una escritora de poemas fantástica. Felicidades
ResponderEliminarQue bonito recuerdo aquella que me dedicastes una vez ,te sigo y no pierdas tu estilo nunca
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