Soy un buzón muy
curioso y, tan curioso que ahora, con los tiempos que corren, sufro mucho. Antes no me aburría porque leía todo. Así conocía los entresijos de mis vecinos:
los morosos que eran algunos, los infieles con amantes, el del quinto que se
iba con el del tercero…; historias variopintas.
¡Dios!, con esta
tecnología me desgraciaron, ¡ni tarjetas por Navidad me dejan ya!
Es verdad, pronto desaparecerán, me temo que están en peligro de extinción.
ResponderEliminarDebemos volver a las costumbres de antes, cartas, postales, mensajes... Todo por correo, ordinario, certificado y con acuse de recibo.
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