martes, 18 de noviembre de 2014

HAY BROMAS Y BROMAS Candelaria Bacallado



         Como cada día desde hace tiempo, se disponía a salir en busca de trabajo, cuando sonó el teléfono.  Al contestar, la joven se sorprendió porque la llamada le avisa de que debe acudir a una entrevista; necesitan una profesora en educación especial.  La noticia la dejó aturdida; después de tanta búsqueda, por fin había llegado la noticia esperada.
         A medida que se acercaba al lugar, era más evidente su nerviosismo.  Tocó en la puerta con decisión y al abrirse, ante sus ojos aparece el rostro de su mejor amiga. 
          –He venido a una entrevista, ¿qué haces aquí? –le pregunta sorprendida.

          –No te enfades, hoy es día de los Inocentes y he querido gastarte una inocentada.


2 comentarios:

  1. El título cobra todo el sentido al final del relato. Definitivamente, dado los tiempos que corren, gastar bromas de este tipo es de mal gusto; ¡hay bromas y bromas!

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  2. A mí, que no no vengan con bromas de esa índole. Soy capaz de estrangular al bromista.

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