La
naturaleza del hombre soberbio es vil e insolente. Hinchados de ella, son
fanfarrones, altivos, ávidos de ser preferidos a otros. Piensan que no tienen necesidad de nadie y
que los demás tienen que aceptarlos como son, mientras que los logros de los
otros les repugna.
Un día se
levantarán y el orgullo se les caerá y los dejará desnudos. Entonces solo les acompañará la soledad y la
ceguera con la que les obsequió su soberbia.
Buen retrato de quien padece de este mal
ResponderEliminarNo sabía que eras una filósofa, pero me lo as demostrado en tu narración.¡Muy bien!
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