Elena se
sentía agobiada, agotada. Había sido un
día de mucho trabajo.
-Me voy a
pasear a la playa –le dijo a Juan. Él ni
se inmutó y ella, cerró la puerta y se fue.
Hacía una
tarde preciosa y paseando por la playa, las olas al romper en sus pies con su
espuma plateada, iban borrando sus huellas en la arena que, a ella se le
antojaban como un hermoso encaje. De esa
manera y casi sin darse cuenta, llegó el ocaso con sus hermosos colores
relajantes. Elena se sentó a
contemplarlo y entonces llegaron a su mente pensamientos de antaño. Como todo recuerdo lejano que añoramos,
aquellos que llegaron a ella le dieron sentimientos encontrados; unos buenos y
otros malos. Si hubiese podido separar los malos de los buenos, los hubiera
tirado a lo más profundo del mar y con los buenos, hubiera hecho un ramo que
lucir como estrellas.
Con estos
pensamientos llegó la noche cuajada de estrellas que le hizo olvidar el
cansancio que había sentido.
Fructífero paseo. Recorrido por los recuerdos bajo el marco incomparable de un atardecer en la playa.
ResponderEliminarPRECIOSO RAMO DE ESTRELLAS, SÍMBOLO DEL RELAX Y DEL SUEÑO.
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