Cuando yo era un adolescente, pasaba mis vacaciones de
verano con mis abuelos, en un pueblo de pescadores. Recuerdo la experiencia tan extraordinaria
que suponía para mí, salir en la madrugada con los pescadores a la pesca de los
atunes. Ellos eran mis amigos y aún hoy
lo siguen siendo.
Mis abuelos siempre estaban pendientes de mi regreso y yo,
al llegar, les contaba lo que había visto en esas jornadas de pesca con mis
amigos y lo que quería hacer cuando fuera mayor.
Aquella fue una época muy bonita y siempre la recuerdo
cuando mis padres y yo hablamos de esos veranos y de las ilusiones y proyectos
que entonces tenía para mi futuro.
Intensas experiencias de juventud de las que quedan marcadas para siempre en la memoria. Me ha gustado el tono agradecido y cariñoso con el que son narradas estas vivencias.
ResponderEliminarHISTORIAS DEL PASADO LLENAS DE NOSTALGIA, SIEMPRE RECORDANDO LO VIVIDO CON CARIÑO. MUY BONITO EL RELATO.
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