El día de la última clase, la profe
nos sugirió que intercambiáramos principios de relatos entre unas y otras. A mí
me tocó mi compañera Caya. Ella es tan
imaginativa que me dijo que contara la leyenda de Los Chupa Cabras del Barranco
de Santos, ya que habían vuelto. Yo por más que indagué y bajé a dicho lugar,
ya que vivo justo frente al barranco, nadie me dio norte, ni me confirmaron que
estuvieran otra vez los chupa cabras por allí. Lo que sí vi es que El Barranco
de Santos no se parece ya, ni por asomo, al que era antiguamente. Ahora hay
canchas de juegos de todas clases, pero están muy feas llenas de grafitis y muy
sucias. Para mi sería mejor que estuvieran otra vez los chupa cabras pero…,
creo que cogieron miedo y se fueron a chupar a otro sitio.
Pues partiendo de la imaginación de Caya y llevándolo de tu mano, con la chispa que te es característica, nos has traído un relato que nada entre la nostalgia y el cuestionamiento.
ResponderEliminarBuena investigadora de casos extraños.Me encantó la leyenda.
ResponderEliminarMe he quedado atónita. No sabía que aquí existió esa clase de cuentos. Ahora los que existen son los chupas del bote.
ResponderEliminarMª Dolores..