martes, 17 de febrero de 2015

CON LA SOGA AL CUELLO Dolores Fernández.





            La noticia recibida le ha dejado echando chispas. Comprende las causas, pero no tolera que le agüen la fiesta. Así es Pollito Trovador: muy responsable, muy valiente. Como no está dispuesto a irse por las ramas, asoma su cuerpo, con precaución, por la puerta entreabierta, para convencerse de que ha dejado de llover.

            Aunque no le gusta, tendrá que hacer la pelota a más de uno, para poder seguir adelante. El comunicado de la inundación del local donde se encuentra instalado el ring, es desesperante para Pollito Trovador. Él es un gran púgil y la sola idea de que no podrá participar en el campeonato mundial de boxeo, le resulta frustrante. Si no lo remedia, pasará un largo tiempo a dos velas.


2 comentarios:

  1. Frases hechas, dichos populares de sentido figurado juegan al servicio de este relato donde el nombre del protagonista pretende ambigüedad también

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  2. Un relato estupendo, con gracia y despiste. Muy bueno, según mi criterio.

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