Me
contaron una historia que me causó mucha impresión. Dicen que era una chica
muy fuerte que le
echó garras a la vida que se le venía encima.
Cuando era jovencita
era muy guapa, parecía una muñeca. Un día de carnaval se vistió y se fue con las
amigas a un baile de máscaras. La invitó a bailar un chico con el que estuvo
toda la
noche. Cupido la había visitado,
aunque ella no sabía que se trataba de un hombre
rico y casado y que, por lo
tanto, no podía estar todo el tiempo con ella.
Con el
tiempo se quedó embarazada y tuvo muchos problemas con su familia. Él terminó
comprándole una casa y eso le dio
cierta tranquilidad. Llegó a tener otra
niña con él
y en un momento dado ella le pidió que le buscara algo que hacer
pues no podía
depender de él toda la vida.
Él le montó una tienda y con ella, pudo sacar a sus hijas
adelante. Aquel hombre nunca dejó a su familia y por lo
que me contaron, nunca se
enteraron de que tenía otra mujer, ni los hijos se
enteraron nunca de que tenían dos
hermanas.
La
vida juega con nosotros, el destino hace lo que quiere y no hay quien pueda
cambiarlo.
Historias como las que nos cuentas se repetían con demasiada frecuencia. Puede que hoy en día también sucedan, pero me gusta pensar que la mujer es ahora más dueña de su propio destino que entonces.
ResponderEliminarSiempre nos cuentas historias basadas en la vida real, es muy bonito por tu parte hacernos participes de tus vivencias. Esta historia, habla de amor por parte de ella, él, tal vez la quiso pero, en esos tiempos había que mantener las formas.
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