Hace tiempo
me contaron una historia que no estoy segura de que sea real, aunque de todos
modos se las cuento y ustedes juzgarán:
Dicen que
llegaron unos extranjeros de visita a Sevilla y tomaron un taxi para ir de
excursión. Cuando pasaron por una plaza,
vieron un monumento y dijeron:¡qué monumento tan bonito!, el taxista les dijo
que habían tardado quince años en hacerlo.
¡Vaya, que gandules, en mi tierra lo hubieran hecho en quince días!,
dicen que comentaron los turistas.
Siguen su
trayecto y al pasar por otro monumento, exclamaron. ¡qué bonito!. Esta vez, el taxista les cuenta que tardaron
veinte años en construirlo. ¡Vaya! ¿Qué
dices? Pues en mi tierra eso lo hacen en veinte días, volvieron a responder.
El taxista
ya iba tragando en seco, no podía resistir más.
Al pasar por La Giralda, los visitantes empezaron a decir: ¡Qué costa
tan grande, qué cosa tan bonita!, y como el taxista no hacía ningún comentario,
le preguntaron: ¿Sabe usted que es esto?. Él, muy tranquilo, les contestó:
-Pues no sé,
la verdad, porque esta mañana cuando yo pasé por aquí, esto no estaba por aquí.
¡Qué historia tan divertida! No estoy segura, pero podría ser real, desde luego, porque, como suele decirse, a veces la realidad supera la ficción.
ResponderEliminarDivertida leyenda la que nos as contado, he disfrutado leyéndola y también cuando te la oí leer.
ResponderEliminarDivertida historia, un abrazo Amalia.
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