La semana pasada fui al
supermercado a hacer la compra, como todos los días. Iba entrando cuando me encontré con dos
coches de policía nacional. Me asusté y ya
en el súper, pregunté que había pasado. Uno de los empleados había corrido detrás de
un hombre que entró a robar comida. ¡Malos tiempos los que corren que ya entran
a robar para poder comer!
Terrible me parece a lo
que se ha llegado: tener que robar comida para sobrevivir.
Así me lo contaron y
así lo cuento yo.
Malos son, sin duda, ahora para casi todos; pero no nos olvidemos que siempre ha habido malos tiempos para algunos, que entre la bonanza de muchos, antes no veíamos.
ResponderEliminarLas circunstancias ha veces obligan a hacer cosas no gratas. Deseo que jamás nos veamos en esa tesitura tan extrema. Un relato corto, que dice mucho. Enhorabuena Paula
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