Era una mujer alta, morena, de manos fuertes. Hablaba con gran confianza en sí misma y parecía segura de cada paso que daba. Cuando se acercaba a los demás, parecía muy interesada por sus problemas. Alguien llegó a decir que era una mujer muy generosa, muy entregada a los demás. Decían de ella, también, que era una gran vecina, muy considerada y atenta y ponían como ejemplo aquella vez, hacía ya unos años, que atendió con esmero de una vecina enferma. Todos pensábamos que era una mujer buena, así que la sorpresa de todos fue enorme, cuando la policía vino a detenerla. Resulto ser una asesina
martes, 1 de abril de 2014
BUENA de Paula Lugo
Era una mujer alta, morena, de manos fuertes. Hablaba con gran confianza en sí misma y parecía segura de cada paso que daba. Cuando se acercaba a los demás, parecía muy interesada por sus problemas. Alguien llegó a decir que era una mujer muy generosa, muy entregada a los demás. Decían de ella, también, que era una gran vecina, muy considerada y atenta y ponían como ejemplo aquella vez, hacía ya unos años, que atendió con esmero de una vecina enferma. Todos pensábamos que era una mujer buena, así que la sorpresa de todos fue enorme, cuando la policía vino a detenerla. Resulto ser una asesina
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Desconocemos las razones que la llevaron a convertirse en una asesina, si es que existen razones para ello, pero desde luego sobrecoge que una persona tan bien considerada por los demás se transforme de esa manera. Buen trabajo.
ResponderEliminar¡Sorpresas te da la vida!,Nunca se puede una fiar de nadie al completo. Todos al parecer escondemos algo que a veces sale a la luz pero... otras, no lo sabremos nunca..
ResponderEliminar!Qué pena!, tener una vecina asesina. No cuentas a quién mató. Mª Dolores.
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