La amistad, dicen que es
una cadena que, cuando es de verdad, es fácil de llevar. Pero sus cadenas no
son de metal, son lazos de seda con dosis de cariño, respeto, sinceridad. Si a
todo lo demás, le añadimos dosis de tolerancia, el estar para todo siempre que
el otro lo necesite, ya puede pasar mucho tiempo sin ver a esa persona o
personas, que todo sigue latente, sin tener que dar explicaciones, porque no
hace falta. La amistad también necesita espacio para que crezcan las flores en
el jardín de cada uno y luego reunirse de nuevo para contemplarlas juntos.
¿No les ha pasado muchas
veces, acordarse de un amigo y aparecer
o llamar por teléfono? Una conexión especial que sólo los lazos de amistad
pueden dar lugar a tales hachos.
La amistad traspasa
fronteras, por ello a los buenos amigos hay que cuidarlos, respetarlos, ya que
son tesoros muy valiosos. Así cada uno de nosotros debe plantar muchas semillas
de esta planta tan especial, para que no se pierda nunca.
Comulgo con lo que dices, Antidia. Yo misma firmaría tu apología de la amistad, añadiéndole que, parte de la valía de esa semilla, reside en el hecho de que las de verdad, verdad, son escasas.
ResponderEliminarLa amistad es un regalo en la vida de quienes gozamos de ella, por lo tanto, cuidarla es importante.
ResponderEliminarRespeto tus ideas, pero no creo en la amistad. Mª Dolores.
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