En la sociedad actual
predomina la creencia de que cuanto más tienes más feliz eres. Muchas veces
esta idea materialista nos aleja de lo esencial y de lo que realmente nos
llena. Dar prioridad a lo importante y descartar lo que es innecesario nos
aporta serenidad y una gran satisfacción personal.
Ayudar a un anciano a
cruzar la calle, comprar un bocadillo a un mendigo o donar a una organización
la ropa que no utilizamos son pequeñas acciones muy útiles que nos aportan un
gran bienestar ¡y no ser tan egoístas, que de todo queremos dos!
No puedo más que darte la razón, Luisa. Sin duda, son buenos consejos y no vendría nada mal al mundo que todos aplicáramos esta filosofía de vida.
ResponderEliminarLuisa, bajo mi punto de vista creo que no tienes razón, pues existen personas buenas en el mundo, lo que ocurre
ResponderEliminares que hay que dar con ellas. Mª Dolores.
En este mundo existen el bien y el mal, no podemos cambiarlo por mucho que queramos.
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