A ella le gustaba la música y
sobretodo el baile de salón y no el de ahora, que parecen extraños cada uno por
su lado, moviéndose como poseídos. Cuando
las parejas bailan pegadas eso sí es bailar.
Y si un desconocido invitaba a
bailar a una chica y él intentaba acercarla más de lo debido, ella le ponía la
mano en el hombro y lo separaba. Pero cuando las parejas eran novios, sí,
bailaban pegados, tanto que sentían los latidos del corazón del otro, y sobre todo si bailaban tango.
Ellos tenían más picardía porque,
mientras bailaban, las llevaban a zonas solitarias para besarlas.
Otras épocas, distintas costumbres. Todo cambia menos aquello de que bailar pegados es lo mejor para sentir como late el corazón del otro.
ResponderEliminarNati, leyendo tu narrativa, creo que la picarona eres tú.,Mª Dolores.
ResponderEliminarNo hay nada como una pieza de baile romántica para recordar momentos bonitos del pasado.
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