Hace unos
poquitos años, me encontré con una persona que, a primera vista, me pareció muy
subida pero, me equivoqué. Todo lo
contrario, pues desde que me comentó muy abiertamente; no soy escrupulosa, como de todo.
Eso me pareció sencillez pura y a partir de ese momento, cambió mi
concepción sobre ella.
Ahora
tenemos una gran complicidad. Hay una
gran empatía entre nosotras. Creo yo
que, a pesar de nuestras diferencias, somos capaces de entendernos y podemos
hablar de cualquier cosa, sin cortapisas.
Lo malo de
estas relaciones es que sus problemas los hago míos. Pese a todo le doy gracias a Dios por haber
encontrado a un ser humano tan bueno.
Suerte la de esa persona que cuenta con una amistad tan franca, cómplice y sincera como la tuya.
ResponderEliminarContar con una amiga es siempre agradable y si existe sinceridad y complicidad es lo mejor que puede pasarnos. Bonita historia, me gusta mucho.
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