Me
voy a presentar. Soy un buen libro. Dentro de mí vive una bonita historia. He sido bautizado con el título: “El deseo”. Estoy a la espera de que alguien me
compre. Reconozco que resulto un poco
caro, que corren malos tiempos pero, no desespero; siempre aparecerá un buen
bolsillo que me transportará a su hogar.
En
la pasada Feria del libro, mi vendedor me sacó a la calle. Me gustó la experiencia aunque no fui
adquirido por nadie. Al menos respiré aire
fresco y tomé un poco de sol, que me hacía mucha falta.
Vuelvo
a estar en la librería con los demás compañeros. Observo que entra un caballero. Se dirige a mi librero. Oigo que me está recomendando. El nuevo cliente me coge en sus manos, me
hojea. Por fin, se ha decidió a llevarme
con él. Pide que me envuelvan en papel
regalo pero antes, escribe una dedicatoria:
A mi adorada esposa que
amaré toda la vida
Preciosa
frase. Seré el amante consentido.
Finalmente,
me ha entregado a su amada. Me agrada;
es una gran dama. Sintonizamos. Con gran delicadeza, pasa mis páginas,
leyéndome con mucho interés. También
estoy a gusto en el lugar destinado para mi en su biblioteca. Lo diviso todo, destaco entre los demás
libros. Creo que en esta casa voy a
disfrutar de una apacible vejez.
Qué buena historia, Dolores!, me ha encantado esa voz narrativa tan peculiar. Relato muy bien llevado que nos va acercando dulcemente a un final tan poético como ingenioso. La imagen de un libro viviendo su apacible vejez es muy sugestiva.
ResponderEliminarDe verdad, no se ni que poner, es que tus escritos cada día me gustan más. Los escucho en clase y aquí los releo. Como siempre, excepcional. Mil felicidades.
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