Raquel y
Óscar se conocieron en medio de un grupo de amigos que salían en pandilla. Al principio sólo eran compañeros pero,
conforme pasaba el tiempo, su amistad se iba haciendo más patente. Confiaban el uno en el otro y eran muy
cómplices. La amistad que les había
unido como amigos, finalmente derivó en amor.
Se dieron cuenta de que necesitaban estar juntos para compartir este amor
recién descubierto. Raquel se dio cuenta de que él era para ella la razón de su existir; en sus besos
encontró el amor y la pasión. Lo que
empezó con absoluta sinceridad y confianza, el tiempo y la rutina hizo mella en
la pareja, apagando la luz que había
iluminado sus vidas.
Había sido
un amor que los llevó a la comprensión de lo bueno y lo malo que tiene la vida
en común. Entendiendo que sus almas tomen caminos distintos,
saboreando el agridulce de la soledad, saben que valió la pena vivir esta historia de amor como no habrá otra igual; mientras
duró…
Cande: Querida amiga que bien lo haces y que bien explicas lo que te ha tocado, impuesto, en el taller. Eres grande y muy buena exponiendo. Besos
ResponderEliminarLas letras de los boleros parecen tener vida propia y tú has sabido ponerla al servicio de tu relato. Excelente.
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