La viuda, como le había ido tan mal en su
matrimonio, decidió ir vestida de rojo porque el negro ya lo llevaba en su
corazón. El día del funeral, la familia
del difunto le tenía preparada una jugarreta.
Iba a celebrarse al aire libre, en el jardín y, como en las películas
americanas, tendrían merienda y música.
Cuando la viuda hizo su aparición, ellos, que habían puesto riego por
aspersión, lo conectaron justo en ese momento y aquel traje rojo tan bonito se... ¿mojó?. No, no. Ella, más lista que los demás, lo llevaba de
un material impermeable, preparado contra el agua y es que la viuda, de esa
familia, se lo esperaba todo. Así que
dejó a los malvados familiares con la boca abierta y ella se pasó la tarde bailando, convirtiendo
el funeral en una fiesta.
Este personaje parece tener el brío y la chispa que te caracteriza, Teresa
ResponderEliminarERES INCOMBUSTIBLE, TU BUEN HUMOR NO TIENE LÍMITES. CONTINÚA DE ESA FORMA. LO PASAMOS MUY BIEN CON TU CARÁCTER DIVERTIDO.
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