Querido mío:
Me alegro de
que cuando ésta llegue a tus manos, te encuentres bien. Nosotros por aquí bien, gracias a Dios. Te cuento que los niños están bien. El pequeño no hace nada más que nombrarte,
preguntando sin cesar que cuándo viene su papá y los mayores no ven la hora de
que vuelvas. De la niña, ¿qué te voy a
decir?; es la niña de tus ojos, bien lo sé y, como todos, está contando los
días para verte entrar por la puerta pero, me dice que los meses se le hacen
cada vez más largos.
No sé dónde
marchaste y tampoco si vas a volver, pero no tengo el valor de contarles la
verdad, así que… haré nuevamente el teatro de poner esta carta en el buzón con
la esperanza de que llegue hasta ti.
Cariño,
hasta pronto, si Dios quiere.
Entrañable carta a un padre que deja a sus hijos; seguro que en buenas manos, lo que no sabemos que le impulsó a ello.Saludos cariñosos.
ResponderEliminarDios quiera pero tú serás quien nos cuente el final de esta historia. Lo esperamos
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