Sonia siempre
había creído que era querida y aceptada por todos. No hay nada malo en ello,
siempre y cuando no caigamos en la tentación de renunciar a quienes somos para
conseguirlo porque, por mucho que te esfuerces, nunca conseguirás el aprecio de
todas aquellas personas que te rodean; es algo que no depende de ti, sino de
los demás. No sabemos cuál es la clave del éxito, pero la clave del fracaso es intentar agradar a
todo el mundo.
¿Qué hacer
entonces?. Pues dedicar todos tus esfuerzos en intentar ser el mejor “tú” que
puedas ser. No debemos malgastar el tiempo y la energía en ser quien no eres.
No serás más que una burda copia y además nunca te sentirás cómoda en ese traje
que no ha sido hecho para ti. Si por el contrario aceptas ser quien eres te
sentirás mucho más relajada.
Muchas veces
actuamos más pendientes de ser lo que los demás esperan de nosotros que de
nuestros propios deseos. La vida es como una orquesta y cada uno de nosotros
tiene que saber cuál es su instrumento. Sólo así conseguiremos lo mejor de
nosotros mismos porque si no, estamos en mitad de un circo, Sonia.
Escrito que comenzó como relato y se convirtió en una lección, dictada a Sonia. Ardid para compartir lecturas y reflexiones sobre cómo enfrentarse al vivir.
ResponderEliminarNo tenemos la obligación de caerle bien a todo el mundo. Como tampoco los demás tienen el deber de gustarnos.
ResponderEliminarTú relato me ha gustado mucho, me siento identificada con Sonia.
!Bravo!. Mª Dolores.
Es verdad que las copias nunca llegan a buen puerto. A veces intentamos ser lo que no somos y eso nos puede perjudicar. Te has convertido en una analista magnífica.
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