Se encontraba
arando una huerta bajo el ardiente sol de un caluroso verano. Estaba exhausto,
sudando a mares, a punto de marearse. Sacó del bolsillo del pantalón un trozo
de trapo de un color indeterminado, se lo pasó por el rostro y acto seguido,
tomó un sorbo de agua, caldeada por el calor, y murmuró: La botella está llena
de sol, aquí no se escapa nadie de este infierno. Continuó con la faena hasta
terminar el surco, luego llevó a la yunta de mulas a la sombra de un gran
árbol, él se sentó debajo de una frondosa higuera. Agotado por el cansancio se
quedó dormido.
Cuando despertó,
la tarde caía, había aflojado el calor; miró a la redonda, atolondrado. La yunta
de mulas había desaparecido. ¡Dios mío! ¿Qué ha pasado?, ¿los animales se han
escapado, o me los han robado?
El hombre los
buscó desesperado sin localizarlos; seguidamente se acercó a la comisaría de
policía para dar cuenta de lo ocurrido y, su sorpresa fue mayúscula cuando le
dijeron: -Contra usted, han puesto una denuncia hace poco, por incumplimiento
en el trabajo; fueron a supervisarlo y, lo encontraron dormido plácidamente a
la sombra de una higuera, los animales sueltos, expuestos a ser robados por
alguien. Si quiere librarse del embrollo, proporciónenos una buena coartada, o
está perdido.
¡Tengo que escapar como pueda! Exclamó
consternado.
En ese preciso
instante, un higo cayó sobre su cara despertándole súbitamente. Miró a su
alrededor; todo estaba como lo había dejado.
Pensó: Tengo que
escapar como pueda de esta situación, debo encontrar un medio de vida mejor
para mí y mi familia. Recogió los bártulos y meditabundo, marchó en dirección a
su casa.
Qué gracioso, escapar antes de que la pesadilla se haga realidad, ¿verdad?. Buen ritmo narrativo y excelente uso del lenguaje en este relato
ResponderEliminarCada cual tiene que escapar como buenamente pueda, es lo que estamos viendo con esta crisis que nos invade.
ResponderEliminarMenos mal que tenia otra oportunidad y que seguro la supo aprovechar, esa es la virtud de las buenas escritoras que dejan al lector sacando sus propias conjeturas, felicidades Mary y un abrazo muy fuerte.
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