Sermones variados para
cada ocasión nunca me faltaron; cuando no los escuchaba, me sentía feliz.
Algunas de las arengas
más recordadas son:
-Antes de comer lávate las manos; en la mesa no te
toques la cabeza, pueden caer pelos en el plato.
-Come con la boca
cerrada, no sorbas la sopa ni tires migas al suelo, es de mala educación.
-Recoge tu cuarto
antes de salir; no soy tu criada.
-No malgastes el
tiempo en cosas sin importancia; estudia, es la mejor semilla para recoger
buena cosecha y hacerte una persona de provecho.
-Con el tiempo me lo
agradecerás.
-Nunca llegarás a nada
si no haces las cosas como yo te digo.
-¡Sabía que iba a
pasar! Si prestaras atención a mis recomendaciones…..
-Como sigas por ese
camino, no aprenderás nunca a ser una buena ama de casa.
-Mientras estés bajo mi
techo, harás lo que yo te diga.
-¡No hay
explicaciones!, tienes que hacerlo porque yo lo digo y punto.
-¡Presta atención a lo
que haces! Siempre estás pensando en las musarañas. Así te va.
-¡No te retrases ni un
minuto!, si lo haces, la próxima semana no saldrás.
-Baila donde yo pueda
verte, no te metas en el gentío.
-No hagas nada
reprochable. ¡Que no me entere yo, que eres loa comidilla de nadie!.
-Cuando se encienda la
luz te quiero en casa. No me vengas con excusas de lo que digan tus amigas.
Sólo me importa lo que haces tú.
-Acuéstate temprano,
no estés leyendo hasta las tantas.
-¿Mamá, donde está mi
carpeta?: ¡Donde la dejaste!, no tiene patitas para moverse.
-Confieso que yo he
repetido con mi hija, muchas de las coas que tanto me fastidiaba escuchar.
Familiares me resultan todas o casi todas las arengas enumeradas por ti, y también parece una ley no escrita que casi todas terminemos repitiendo como madres, aquello que odiamos escuchar como hijas. ¿Será una cuestión de genética? Bromas aparte, buen trabajo, Mary.
ResponderEliminarA casi todas nos ha ocurrido lo mismo. Todas las generaciones las vamos repitiendo, sin darnos cuenta de lo molestas que resultan.
ResponderEliminarTodo pasa de madre a hijas. Me gusta tu narración. Mª Dolores.
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