A mi querida amiga María Nieves Guadalupe (Q.E.P.D)
con quien tantas horas de charla compartí
Para ello, basta vivir
contento con recursos moderados; buscar la elegancia más que el lujo y el buen
gusto más que la moda.
Aspirar a ser
respetable antes que a ser respetado, y acomodado antes que rico; estudiar con
ahínco; pensar calladamente; hablar con cordura y proceder con franqueza; oír
lo que dicen los niños y los ancianos, con el corazón abierto de par en par;
soportarlo todo con valor; no precipitarse nunca; aguardar las oportunidades;
sonreír siempre -nadie es culpable de
nuestras tristezas y a nadie debemos afligir con nuestros sinsabores–; la tristeza
es una cualidad negativa y, ante la vida y ante los demás, hemos de mostrarnos
siempre en actitud positiva. No hemos de ser optimistas porque todo ”va bien”
sino para que todo “vaya bien”. No es lo mismo decir “ya tengo setenta años”
que decir “sólo tengo setenta años”.
El rostro sonriente es
como una fórmula mágica que lo consigue todo y domina todas las situaciones,
mostrar el semblante jovial. Éste es el primer paso para recorrer el camino de
la felicidad. Y amar mucho, cuanto más interés pongamos en amar lo que nos
rodea, más felices seremos nosotros.
Buenísimos consejos, sin duda, que como reglas para la felicidad, nos ofreces. No viene nada mal leerlas y leerlas y releerlas que, alguna asimilaremos, aunque a veces se olviden… por más fácil que parezca.
ResponderEliminarUna lección con sabiduría a tener en cuenta.
ResponderEliminarBonita narración. Hay que saber torear los obstáculos. Mª Dolores.
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