La historia que relato transcurrió en el seno de una
familia católica, practicante y muy creyente.
La familia la conformaba un matrimonio y dos hijos y la ilusión de
aquellos padres era que uno de sus hijos fuera algún día sacerdote.
Antonio, que así se llamaba el mayor de los
hermanos, decidió finalmente que su futuro estaría ligado a una orden religiosa
pero…, al cabo de los años, cuando ya
era sacerdote, se dio cuenta de que aquella no era su verdadera vocación.
Reflexionó mucho para llegar a la conclusión de que
quería ayudar a las personas, no a través de la Iglesia, sino de otra
forma. Después de mucho pensar, decidió
que una retirada a tiempo valía más que una victoria.
Buena historia con moraleja final, tal como pedía la tarea de esta semana. Suscribo la decisión de tu personaje; soy de la opinión de que debemos empezar por ser fieles a uno mismo.
ResponderEliminarInteresante el contenido de tu redacción, yo conozco más de un caso, en que ha ocurrido lo que tu comentas. Un abrazo
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