Querida
amiga:
Te escribo
brevemente estas líneas para decirte lo defraudada que estoy contigo. Tú eres muy inteligente y sabrás detectar a
que me refiero. Me he sentido molesta
con muchas acciones tuyas, pero lo peor para mí, ha sido el dolor de ver que tú
no le dabas importancia al daño que sabías ibas a causarme. Eso me ha demostrado que yo estaba equivocada
respecto a tu cariño y amistad, ya que cuando se aprecia de verdad a una
persona, nunca se le dice nada que le pueda hacer sufrir.
Espero que
esta carta te sirva para reflexionar y no volver a caer en lo mismo con otras
amigas porque, de continuar con esa actitud, lo más probable es que te quedes
sin ninguna.
Verdades rotundas la de esta misiva que nació siendo una carta entre adolescentes pero que, muy bien, puede terminar siendo una lección de vida.
ResponderEliminarLa vida está llena de desengaños y decepciones pero, debemos tratarlas como enseñanza para otras ocasiones.
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