Esta es la historia de dos gatitos, uno viejo y otro
joven, que se encontraron en un callejón.
El gatito joven estaba allí persiguiendo su cola, como
suelen hacer los de su especie. Persigue
y persigue y persigue.
Al verlo, el gato viejo se acerca y le pregunta:
-¿Qué haces?
-Me estoy persiguiendo la cola –le responde.
-¿Pero, para qué haces eso?
-Acabo de salir de la escuela de Filosofía Gatuna y en
ella hemos aprendido que hay dos cosas importantes para un gato. Una es que la felicidad es lo más importante
para un gato y la otra, que la felicidad se encuentra en la cola. Así que he decidido que voy a perseguirla y,
cuando la alcance y la agarre bien, tendré la llave de la felicidad eterna.
Me río. ¡Qué bueno!. Pues habrá que hacer caso a la Filosofía Gatuna, ¿no te parece?
ResponderEliminarLuisa, que gatos más inteligentes.
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