Desde que era jovencita, a Blanca le gustaba mucho
un chico que le llevaba siete años. El
chico, al ser ella tan joven, ni la miraba pero, todo llega...
Blanca se hizo mayor y ella, que había pasado
tantos años sin que él la viera, esperó hasta el día en que la miró por primera
vez. Fue un flechazo porque se quedó
prendado de ella, inmediatamente.
Entonces sucedió lo que Blanca había estado
esperando desde hacía años; él le confesó que estaba enamorado de ella. Le pareció mentira escuchar esas palabras
pero sí, por fin había llegado el día en que su amado la mirara con otros ojos.
Si, como dicen, el destino está escrito, tiene sus tiempos y éstos llegan en el momento preciso para que el rumbo de la vida se cumpla. Muy bien, Elda.
ResponderEliminarOtra de tus bonitas historias, no se si será real o ficticia, pero si encantadora.
ResponderEliminarME HA GUSTADO MUCHO ESTA NARRACIÓN. Bravo.
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