De los doce
meses del año, el más que me gusta es el último, por muchas razones: por el
color de las calles, las reuniones familiares, y este año especialmente, por el
nacimiento de mi nieta después de ocho varones; ¡se me cae la baba!.
Bueno, este
año ha traído cosas que no son tan buenas, pues la crisis tiene a todo el mundo
de cabeza y todos deseamos que en el 2014 las cosas vayan mejor.
Pese a todo,
diciembre, el último mes del año, siempre es alegre y nos reunimos todos,
hacemos la comida en el horno de leña que tenemos, donde sale muy rica la pata
asada y las galletas, todo lo que le pongas sale buenísimo. Esperamos que el
próximo año traiga más felicidad para todos.
Esperemos confiados en que sea así, Elda, y que, como tú, siempre sepamos ver el lado feliz y positivo de las cosas.
ResponderEliminarLas cosas cotidianas son las más entrañables y verdaderas.
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