lunes, 17 de febrero de 2014

SUBIR LA CUESTA De Paula Lugo






Nada más verla, Paula creyó que no podría subirla, y es que ella llevaba años pasando por ahí, desde que era una niña.
Su padre siempre le mandaba a llevar la fruta por otro camino, y esa vez, ella pensó en recortar el camino porque la fruta pesaba mucho.
Cuando se dio cuenta de su error,  ya era demasiado tarde. Así que tuvo que pedir ayuda a un señor para que la ayudara a llevar el cesto de uvas e higos.

Nunca más volvió a cometer el error de subir por la cuesta.


2 comentarios:

  1. Nadie aprende en experiencia ajena, parece decirnos tu historia. Cuando uno sufre en carne propia las consecuencias de sus decisiones, es entonces cuando la lección se aprende, aunque… no siempre es así, lamentablemente.

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  2. Buena lección nos dejas en tu narrativa. De los errores también se aprende..

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