Nada más
verla, Carmen Margarita creyó que no podría subirla…, pero se levantó con
energía, con ilusión. Lo tenía todo preparado desde dos semanas antes. Llegó a
la parada de la guagua y vio que todos estaban contentos. Se pusieron en
marcha y al llegar y bajar, Carmen
Margarita se dice:
- ¡Hazte la
valiente y a caminar!
La subida era
una cuesta muy dura pero ella sabía que lo lograría. Se puso a cantar y a
ahuyentar sus fatigas. El aire le faltaba por la altura, pero cuando miraba
hacia los lados y veía el paisaje, sentía
como se ensanchaba su corazón y enseguida se olvidaba de la tremenda cuesta que
quedaba. Al llegar a la cima se puso muy contenta, no solo por llegar, sino por
las maravillas que el creador le brindó, al haber nacido en esta maravillosa
tierra que es Canarias.
Cierto es que, ante tanta belleza como la de nuestros paisajes, las cuestas parecen menos pendientes, más fáciles de superar
ResponderEliminarCon ganas de superación se consiguen muchas cosas, hasta subir una empinada cuesta y quedar extasiada con sus paisajes.
ResponderEliminarTodo el mundo dice , com en Canaria no se vive en ninguna parte.Dolores.
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