Muchas veces
inútilmente, nos amargamos por los imprevistos que se nos presentan en la vida,
sin detenernos a pensar que, en el ochenta por ciento de los casos, la solución
no está a nuestro alcance. Siempre nos empeñamos en encontrar la explicación de
todo, sin darnos cuenta de que lo que nos sucede no es “por algo” sino “para
algo” y, si tenemos paciencia, algún día lo veremos claro, porque es el tiempo el
que nos dirá la última palabra.
Puede que tengas razón; que es un problema de actitud; sin embargo, entiendo también que, no todos y no siempre, estemos en disposición, o tengamos la capacidad de hacernos con esa actitud, con esa luz que nos haga entender tan positiva filosofía. ¡Sería maravilloso que así fuera!
ResponderEliminarOjala ocurriera como tu lo expones. Sería maravilloso.
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