Nada más
verla, Antidia creyó que no podría subirla..., pero al mismo tiempo la voz de
su otro yo repetía en sus oídos, el mundo no es de los cobardes, no tires la
toalla antes de intentarlo, sabes que peores cuestas has subido y has llegado
arriba, así que manos a la obra, échale mano al ingenio. Lo primero que pensó
fue en hacerlo de prisa; para ello se dijo voy a subirla en patinete, pero
pronto se dio cuenta de que no era buena idea: lo que pronto sube, antes de lo
que piensas, baja. Vamos despacito, paso a paso tardarás pero llegarás, total
tienes treinta días para remontarla. Cada momento te va enseñando cómo tienes
que hacerlo. Si los montañeros escalan el Everest, que es más difícil, cómo no
lo vas a hacer tú. Paso a paso, centímetro a centímetro, lo disfrutaba con
orgullo y satisfacción de verse capaz de lograrlo como cualquier reto que se le
ponga por delante, y al fin, en menos tiempo de lo que pensaba, clavó su
bandera en la cumbre del mes, para celebrar que lo había conseguido, y no fue
tan duro como pensó al principio.
La vida nos enseña a superar las pendientes y llegar a la cima.
ResponderEliminarMuy bien esta subida de cuesta de…¿enero?, bueno, en realidad no importa, tu relato se puede aplicar a cualquier cuesta por subir, las literales y las figuradas. Muy bien
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